martes, 17 de abril de 2012

-Capítulo 6-

Esa tarde tomé el almuerzo rápido y ligero.
Hoy voy a vestir con unos vaqueros, una blusa floreada y una chaqueta denim clara, acompañándolo todo con un pañuelo de color rojo cayena a juego con los botines. Algo fácil de quitar y rápido de poner.
Dejé el bolso preparado en la entrada, con el monedero, el mini espejo, los voletos de descuento en tiendas de comida rápida, las toallas húmedas, la cámara de fotos; mientras me hacía tirabuzones en el pelo y me maquillaba sólo un poco.
El celular estaba sonando y vibrando encima del escritorio, a unos pasos de mí. Me acerqué a él y lo descolgué.

- ¿Sí? -pregunté.
Se escuchaban respiraciones. Luego cortaron la llamada.
Miré extrañada a la pantalla. <<Será Ariana, avisándome con un 'toque' para que baje>>, pensé.

Terminé de prepararme y salí de casa colgándome el bolso en el hombro. 
Ariana me esperaba en la esquina de casa. Iba muy linda vestida y me saludó con una sonrisa.
Nos trasladamos al centro comercial en bus. Hacía un poco de calor en él debido a la calefacción y porque estaba lleno de gente, muchos de ellos tenían que ir de pie.
Ibamos hablando sobre lo de inscribirnos en el club de animadores, y tal vez pasar las pruebas para entrar en el grupo con Suzanne. A mí no me agradaba mucho la idea, pero lo pasaríamos bien de seguro, y sobre todo, conoceríamos a los chicos gupoas del equipo de baloncesto. Esto supone un gasto en la vestimenta y el traslado hasta el instituto donde tenga lugar el partido, un dinero que no tenemos. Aún así conseguiremos pagarlo y nos divertiremos muchísimo.
El bus se paró y nos bajamos justo en frente de las puertas del centro comercial.

- ¡De compras! ¡Woho! -gritamos al unísono.

La gente pegaba empujones en la primera planta. Había tanta, que apenas se veían las entradas de las tiendas. Vimos la sección de alimentación y decidimos ir a comprar algo en Starbucks.
Estaba bebiendo mi frappé cuando mi celular volvió a sonar tal como un despertador a las seis.

- ¿Hola? -nadie contestaba.- ¿Te crees gracioso? ¿Hola, quién es?
Pero la llamada volvió a ser interrumpida.
- ¿Qué pasa? -me preguntó Ariana agarrándome del brazo.
- Alguien se está dedicando a llamarme y luego a colgar. No sé quién es porque el número aparece como desconocido. Y que yo sepa, sólo puede ser alguien que conozca mi número. O es Andrew o Logan, o incluso Rose que quiere pegarme un susto. -guardé el celular.- Pero si me entero de quién es. Se enterará.
- Pues vaya gracia. -protestó.- La próxima vez le cuelgas.
- Eso es lo que haré precisamente. -respondí.

Entramos en varias tiendas y nos compramos gorritos de lana con forma de animales muy lindos y monos. Zapatos, fundas para el móvil, pendientes, pulseras, collares, anillos, vestidos, camisas, pantalones, poleras...
Sosteníamos con la muñeca varias bolsas de diferentes tiendas.
Bebíamos de los refrescos que habíamos comprado mientras ambas nos sentamos en el banco de al lado de la fuente que decoraba el pasillo de la segunda planta.

- Ari. -dije. Ella me miró atenta.- Creo que estoy sintiendo odio hacia Logan.
Ella abrió los ojos como platos.- ¡Pero si estabas super colada por él! Oh no... ¿Estás enferma o algo? -me palpaba la frente intentando medir mi temperatura con la palma de su mano.
Reí.
- No sé...
- ¿Es por Zayn, porque siempre te recuerda cosas de él? -miré mis manos. Asentí.- Puede que Logan no lo haga con mala intención, ya sabes, los chicos siempre meten la pata inconscientemente. Así que de ellos te puedes esperar cualquier cosa.
- Quizá sea así. -suspiré.- Pero esas cosas me hacen daño. No quiero seguir recordando a Zayn, y menos que mi amigo, -tosí.- chico que me gusta, me lo haga hacer cada minuto de la mañana.
- Háblalo con él. Explícale porqué no quieres que lo haga más. -dejó las bolsas en el suelo.- Vamos. Así seguro que no vuelve a ello nunca más. ¿Sabes? Siempre has tenido la capacidad de convencer fácilmente a los chicos, y Logan no es que sea muy cabezota.
- Le dije millones de veces que dejara de hacerlo, pero sigue. -la miré.- ¿En serio crees que no es cabezota?
- Bueno... Tal vez un poco.
Agité la cabeza y me volví para ver a la gente pasear rápido por el lugar.
- Oye ______. -la escuchaba aunque siguiese mirando a otro lado.- Mírame.
Le hice caso.
- ¿No tendrás miedo de Zayn, verdad?
- ¿Yo? ¿Miedo? -me eché a reír.- ¡Para qué! Lo que quiere conseguir es eso. ¿Yo? A mi no me asusta nada. Ni nadie.

< Eso es mentira, _______.>

- ¿Y? Entonces, ¿por qué te asusta tanto acordarte de él? -sonrió.- A ver. Zayn es muy malo, y peligroso. Pero... A todas nos ponen los tíos como él. Guapos, fuertes, deportistas, y ese toque de peligro.
- ¿Me insinúas que vas por Zayn? -dije en un asombro.
- ¡No! -exclamó.
- Pues... Lo parece.
- Vale, puede que me mole un poco. -se retocó el cabello.- Pero es sólo una atracción sexual hacia él.
- ¿Ariana McDonald? Déjame decirte que es la primera vez que de tu boca sale algo como, ''atracción sexual''.
- Yo no soy ninguna santa. -protestó.
- Ya querida, ya.
- Pues eso. Es que... Me saca de mis casillas, es tan... Tan... Orgásmico. -miró al techo medio soñando.
- Ari. -le pellizqué en la nariz para que bajara de las nubes.- No me vayas a contar ahora alguna fantasía sexual de las tuyas. Me dijeron que me mantuviera alejado de Zayn, y tú deberías de hacer lo mismo.
- Yo no me junto con él.
- Pero piensas en él.
Ambas observamos como el reloj del techo marcaba las nueve y media.
- Se hace tarde. -dije.
- Entremos en una última tienda más. -me miró con una tierna cara de cachorrito.- Por favor, ______. Una más.
- Está bien, pero luego nos vamos.

Nos pusimos en pie y recogimos las bolsas del suelo. Pasando por una papelera y tiramos los vasos del batido en ella, emprendimos camino hacia la tienda de los shorts y camisas de banderas.
Esa tienda me encanta, es de mis favoritas. Todo lo que encuentras allí, lo ves en los blogs, a las chicas más guapas y con el mejor cuerpo de Bradford, o hasta donde yo puedo ver aquí. Aunque es un poco cara.
Pensativa, dudé si realmente odiaba a Logan. Es una gran persona, tiene muy buen corazón y es lo más hermoso con lo que me he cruzado desde hace cuatro años. Siempre que le veía pasearse por los casilleros, me mordía el labio e intentaba no tener malos pensamientos con él y una habitación a solas y a oscuras, pero cualquier intento era tonto para no tener ese sueño. Pero de verdad es que estos días me está molestando un poco. Es como si de repente quisiera herirme porque sabe que eso es lo que quiero evitar. Aunque debo reconocer que lo que hizo en el gimnasio, de agarrarme la mano y ponerse delante de mí cuando Malik entró en él, fue muy caballeroso y perfecto. Pero tuvo que llegar el otro a estropear el momento y lo empujó fuera. Hablando de Zayn, sí le tengo miedo. Ahora sí que sí.

** Beep. Beep. **

Había recibido un nuevo mensaje de texto al celular. Todo el bolso me vibró en el acto, no dudé en mirar.

<< ¿Quieres un regalo? Te está esperando en una de las mesas del 'Café Rulette', a seis pasos de tí. Te echa de menos, y creo que tú también a él. >>

Me entró el pánico pero miré como si nada hacia las mesas del café. En una de ellas encontré mi rebeca color berenjena en el centro de la mesa.
Sobre ella pude ver una nota.
Y volví a recibir un mensaje.

<< Vamos, no te cortes. Sé que estás deseando ir a cogerla. Oh no, ¿no tendrás miedo, no? Aquí hay demasiada gente para que pueda hacerte algo, te ves tan sexy con esos pantalones ajustados. Pero te advierto, no entres sola en los baños. ''Di'''. >>

Mi cuerpo comenzó a temblar.
Sabía que en cualquier esquina, envuelto en penumbra y escondido de los demás, estaría vigilándome.

1 comentario:

  1. Además de tu amiga, soy fan, porque escribes akvjbfkdbscnx bien.
    Síguela pronto, que por las ideas que me dijiste de tener, esta novela va a ser muy muy buena.

    ResponderEliminar