lunes, 21 de noviembre de 2011

-Introducción-




Giraba por la rotonda del aeropuerto. Ya casi estabamos a punto de montarnos en el avión y llegar a Toronto, Estados Unidos. El coche estaba dando señales de que se quedaría parado en cualquier momento, no nos dio tiempo a mirar las ruedas y comprobar que estaban en perfecto estado. Mamá y papá iban delante, yo detrás mirando por la ventana, en un descuido, lo último que escuché fue una gran explosión y el freno del coche. Desperté a los pocos minutos en el coche, me zumbaban los oídos y casi no diferenciaba las siluetas. Algo me hacía cosquillas en la frente, algo que atravesaba mi nariz y manchaba mi mano inmóvil. Sangre. Una vez que pude reaccionar ya me habían sacado del coche. Dos horas después, me verificaron que mis padres habían muerto en aquel accidente justo en la puerta del aeropuerto, y yo había sobrevivido, huérfana.

-Santo cielo. Dios Diane, me gustaría saber cómo te sientes. Sé que tienes que estar tan dolida que no te cabe más recuerdo en tu mente. -Ariana le acaricia el brazo a la vez que Rose pone cara de lástima.- Sabes que en mi casa tienes una gran habitación esperándote y...
-Yo te podría decir que te quedaras en la mia pero... ya se han adelantado. -asegura Rose mirando a Ariana, que sonreía dulcemente.
-De verdad chicas, no os preocupéis, puedo irme a Liverpool con mi tía Alison y vendré de vez en cuando a veros. No quiero ser molestia.
-¡Molestia! -Ariana se puso en pie de un brinco y cepilló su pelo.- ¡Es lo último que quiero oírte decir en esta casa! No molestas Di, siempre has sido bienvenida. Además, ¿no me iba a hacer tanta ilusión que te quedaras? Dentro de un año será el último en el instituto, dentro de nada estaremos mirando una casa cerca de London Eye para vivir juntas, pero separadas a la vez.
-¡La independencia lo primero! -exclama Rose muy animada, que seguía posada en el suelo con las piernas entrelazadas frente a Diane.- No me gustaría salir de la ducha y ver que tengo compañía masculina por parte de una de mis amigas, ¿me equivoco?
-Razón que tienes. -contesta Ariana.- Y en cuanto a ti, será mejor que vayas trayéndote tus cosas que tengo un armario super grande. Te haré un huequito.
-Ojalá, chicas, pudiérais sentir todo lo agradecida que estoy. -Diane se levantó y secó una lágrima.- Dios, ha pasado un año ya de esto y aún recuerdo cada segundo. Si pudiera olvidarlo...
-Lo bueno es que has vivido para contarlo. No quiero que me malinterpretes, estoy triste porque he perdido a dos de mis seis padres y para mi es como si fueran hasta de mi familia. -aclara Rose.- Pero feliz porque mi mejor amiga, oséase, mi hermana, está aquí y no ha sufrido más daño que un simple brazo roto del que está totalmente recuperada.
-Me hubiera gustado estar aquí para animarte en tu tiempo en el hospital, consolarte, ofrecerte mi hombro. Diane, sentimos mucho que mientras que te pasó eso estuviéramos en Australia de vacaciones. -contesta Ariana, guardando ropa en su armario. Ella ya ha escuchado la historia tres veces, y según su opinión, contarla es la mejor forma de superarla.


-Dos años después-
Tras aquella bronca con Dean, lo que Diane prefería era tomar una copa en el pub de detrás de casa. Siempre iba ahí cuando necesitaba animarse, y por supuesto lo conseguía. A su derecha Ariana, que pedía por ella como hacía siempre, y detrás en la puerta, un chico guapísimo que no le quitaba ojo. Incluso los diez minutos después de haberse sentado, en el asiento de al lado.
-Buenas señorita. -dijo el morenazo-ojos-miel dedicándole una hermosísima sonrisa.


Le miró dos veces más, sin creerlo. Raramente le recordaba a un chico que estaba inscrito en la misma escuela que ella.
Su nombre era Zayn.
Zayn Malik.

Cuatro años antes (Flashback)

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